miércoles, 25 de septiembre de 2013

Memento mori (o “despierte, oiga”)


Jugaba el Atleti en moderno horario infame de esos que la Liga impone para que se pueda ver fútbol a todas horas en Asia, América y Oceanía, las televisiones paguen más y así los dos equipos más ricos cobren aún más, fichen aún más, hagan la brecha con el resto aún más grande. El aficionado de a pie últimamente tiene que ir al fútbol a las once de la noche en verano, a las diez de la noche en día de semana de septiembre, a las cuatro de la tarde de día del Veranillo de San Miguel y a las doce de la mañana de invernal día de guardar.

El aficionado, ya lo saben Vds, pinta más bien poco en este circo y bien lo saben los directivos: los directivos saben que cuando las cosas van mal, siempre pueden decir aquello de que no es momento ahora de criticar sino de empujar, callen oigan, no sean malos aficionados, lo que hay que ver, oiga, lo que hay que ver, criticando ahora porque el equipo va último y lo hemos arruinado, no tiene corazón esta gente. También saben los directivos que cuando las cosas van bien la gente se calla, aplaude a rabiar, compra camisetas en la tienda del club y renueva el abono a ciegas, sin saber si se vende a la plantilla en pleno o se compra un catacrack. El aficionado, preso de los colores que su abuelo le grabó a fuego en la médula espinal, anima a su equipo para que este no se venga abajo y encima lo hace pagando, en hora que no conviene, desde un asiento sucio y sin derecho a decidir nada de lo que pasa. Los que deciden los horarios, mientras, se ajustan la corbata, cambian de discurso, dicen cosas que ellos mismos negaron dos meses antes, aparcan dentro del propio estadio, suben por un ascensor con azafata a la que miran de reojo con gesto de Arturo Fernández y hacen negocios en el palco de autoridades mientras ven el espectáculo que en la grada ofrece la afición pagana y maltratada. Y por si fuera poco, con ese  dinero que deja la liga gracias a esos horarios ridículos, a las ojeras de la afición, a las combinaciones imposibles de transporte público y a renunciar a que los niños puedan ir al estadio, los que dirigen reparten ese dinero de forma que los dos equipos más grandes se enriquezcan y refuercen: se aseguran así de que el año que viene - en un horario mejor, eso sí, dado que juegan los grandes en horarios de prime time - cuando los ricos visiten al equipo de la afición desvelada, no tengan problema en golearles para alborozo de los nuevos aficionados asiáticos que compran camisetas, gracias a los fichajes estratosféricos pagados, entre otros, con el esfuerzo de la grada rival. Muy lógico y honesto todo, oiga, todo muy cabal.

Salió el Atleti al campo con varias novedades, quizás no tantas como había anunciado Simeone, pero sí con un equipo no visto hasta ahora y con Insúa y Baptistao en el equipo titular. Salió el Atleti y vio con sorpresa que en vez del Osasuna salía un equipo fosforescente, verde-chaleco reflectante, poco rojillo y poco Osasuna. Oiga, perdonen, no sé si se han equivocado de campo, aquí tenía que venir el Osasuna. No, no, si el Osasuna somos nosotros, pero qué me dice Vd, oiga. Lo que oye, fíjese cómo nos han vestido, fíjese qué colorinchi, qué sinrazón. ¿Se acuerdan Vds cuando algunos años nosotros, el Osasuna, vestíamos de Osasuna y Vds venían igual pero al contrario, camiseta azul y pantalón rojo y no había forma humana de distinguir a uno de otro en los corners? Pues debe ser por eso, fíjese como nos han vestido este año, como para que nos confundamos, como para disimular, que parece que hemos pinchado ahora todos la rueda al mismo tiempo o que vamos a regar la calle, es que no hay derecho, y encima a las diez de la noche, menos mal que así no nos ven nuestros hijos. Eso sí, algo es algo, bueno, al lío, ¿Cara o Cruz? Cara, Cara ¿Cara? Le hacía yo más de Cruz, fíjese. Yo Cruz.

Salió el Atleti con la defensa titular menos uno, con la media titular menos uno y con la delantera titular menos uno o ya veremos. En la defensa salió Insúa por Filipe Luis y dejó dudas y preocupaciones por si a Filipe Luis le pasa algo. Insúa, que lleva tiempo sin jugar, mostró falta de rodaje, falta de confianza, algunas maneras esperanzadores y un corte de cuerpo que a ratos recordaba al Toto Salvio. Insúa no subió su banda como lo haría Filipe Luis y eso puede uno comprenderlo; mostró también muchas dudas a la hora de encarar, de buscar hueco y crear espacio. Hasta ahí, todo normal. A ratos, sin embargo, mostró también falta de cabeza al jugar balones a pelotazos cuando el partido exigía guardarla, lució una aceleración excesiva y algo de despiste. Falló en el gol de Osasuna, permitiendo que se colara un rival, aunque no fue el único. Si estas son cosas que se puedan solucionar con más partidos es algo que aún no sabemos. Lo que sabemos a día de hoy es que, mientras la banda derecha parece cubierta por Juanfran, Manquillo y Alderweireld (en adelante, Aldecoa), por la izquierda parece que el suplente de Filipe Luis no está para desempeñar la labor utilísima que hace el brasileño. Quizás viendo la debilidad de esa banda Simeone quiso al final del partido reforzar la izquierda con el Cebolla y su furia; si así fue, señal de que tampoco en el banquillo el partido de Insúa trajo tranquilidad.

El otro debutante fue Baptistao. Baptistao tiene zancada de mediofondista kenyata y físico liviano a la manera de Djokovic, lo que con espacios le hace un jugador valioso. Eso sí, hoy por hoy el espacio en el Atleti es cosa de Diego Costa, que atraviesa un momento espectacular en lo físico y eclipsa a rivales y propios, incluido Baptistao. Baptistao estuvo despistado a ratos, fuera de sitio otros y bien colocado y solidario, volviendo al sitio y ayudando a la recuperación gracias a su velocidad en otras ocasiones. Hizo una buena jugada a la que no respondió Costa pasándole el balón cuando tenía un tiro fácil, y en otras ocasiones pifió al tirar el desmarque. A Baptistao le falta tiempo y por ahora parece que un partido entero es excesivo para él, sobre todo ante equipos como Osasuna, un grupo tipos grandotes de los que no es fácil irse. Tendrá sitio en partidos en principio más sencillos o menos exigentes, pero no parece por ahora en situación de hacerse con un hueco en el equipo. Y eso que la delantera, ante partidos como el del sábado que viene, plantea varias  cuestiones. ¿Jugará Simeone con un único punta, como contra el Barcelona? ¿Tirará a Diego Costa a la banda, dejando un solo jugador en punta? Si es así, ¿será Villa quien se quede en punta, o su estado físico plantea dudas? ¿Debería jugar Diego Costa solo en punta, con Raúl García o incluso Tiago en la media, junto a Mario, Gabi, Koke y Arda?

Si en la delantera hay alguna cuestión, viene por el estado físico de Villa, las habilidades de Raúl García o las posibilidades de Baptistao, porque  lo que viene estando claro desde hace ya meses es que Diego Costa crece y crece como jugador y por ahora no ve el techo. Diego Costa ha moderado su odioso carácter provocador y ha afinado su físico hasta convertirse en una locomotora capaz de arrasar con todo. Diego Costa cabecea, dispara, hace goles y centraliza todo el ataque del Atleti, hasta el punto que cuando el Atleti recupera un balón, todos los aficionados levantan instintivamente la cabeza esperando el desmarque en diagonal del de Lagarto. A Diego Costa, como a todos, le faltan algunas cosas que pulir, en concreto esa a veces excesiva fe en su potencia y capacidad de desbordar. En varias ocasiones por partido Diego Costa hace lo que en la grada de lateral ya se conoce como “la Lagarterana”, su jugada emblemática y con denominación de origen consistente en salir en tromba desde medio campo con el balón controlado a duras penas, bajar la cabeza, seguir avanzando a trompicones, porfiar en buscar tiro ignorando si vienen compañeros cerca, seguir acelerando con la mirada baja a pesar de que cada vez quede menos campo, continuar arrollando rivales, balón y césped, liarse solo por la presión del defensa rival y la aceleración excesiva, terminar cayendo o estampándose contra el cartel de Castellana Wagen que adorna el fondo Norte, en una preciosa metáfora de cuál será el próximo objetivo de su furia desbocada. Lagarteranas aparte, Diego Costa está en un momento increíble y cuando, además de todo, decida levantar la cabeza en ciertas ocasiones, el Atleti ganará un gol por partido.

El Atleti hizo ayer posiblemente el peor partido de los últimos tiempos, con un segundo tiempo a subrayar como uno de los menos afortunados de la era Simeone. No pasa nada, empero: se ganó, se puntuó, se pasó mal y se capeó el temporal. Se probaron nuevos jugadores, algo siempre importante, y se dio descanso a otros. Esperemos que el partido sirva para corregir el desbarajuste defensivo a balón parado (incluso teniendo en cuenta la altura y tonelaje del Osasuna), para recordar al equipo que es mortal y que los tres puntos contra el Osasuna valen tanto como los que se puedan conseguir en el estadio del otro equipo grande de la capital. A ratos, el Atleti pareció dormido, confiado en que el dos cero conseguido gracias a Diego Costa bastase para cerrar el partido, sesteando triunfalmente sobre los laureles amasados hasta ahora. El partido valió para recordar que este equipo, sin concentración ni intensidad, sin hambre ni humildad, puede pasar fatigas contra equipos bastante más modestos. También sirvió el partido para confirmar el momento dulce de Koke, la trayectoria ascendente de Juanfran, la fiabilidad de Tiago, sobre todo tras la lesión de Mario, también más entonado últimamente. El partido confirmó el valor que tienen las ayudas constantes de Gabi, la necesidad de pulir a Miranda en su empeño a veces excesivo en jugar balones largos, la furia desatada del Cebolla siempre que sale.

El Atleti ganó un partido más pero esta vez lo hizo pasándolo mal, algo que es cada vez menos frecuente en el Calderón. Quizás el equipo, como la grada, pensaba tras el dos cero en que el sábado se visita el campo del tercer clasificado en un partido importante al que hay que ir afinado más que en lo que quedaba de partido. La grada cantó durante el final del segundo tiempo para calentar un partido que se jugará dentro de 4 días, y seguro que de ello tomaron nota los jugadores; el entrenador no necesita que se le recuerden estas cosas, que sabe bien lo que el sábado nos jugamos. Como nosotros. 

14 comentarios:

Cristian Vieri dijo...

Lo que es la vida; hace poco más de 2 años, era Juan Trick (precisamente contra los navarros en el Sadar). Hoy, es un jugador imparable, máximo goleador y como bien dice usted, la locomotora del equipo. Una pena que, de seguir así, sea el próximo en salir por una millonada después no reinvertida. Disfrutémoslo pues mientras nos dejen.

cdelrui dijo...

Hace ya unos años (me niego a decir muchos...) siendo yo un crío, había un jugador del Conquense llamado Potele. Fué el precursor de la Lagarterana, versión tercera división en provincias.
En una de esas, y es por la que servidor recuerda a este personaje, agarró el balón pegadito a la cal y empezó a correr por la banda como un poseso, sorteando a cuanto se interponía en su camino, fuese contrario o propio, de tal suerte que cuando tiró la diagonal, entró en el área, encaró al portero y quiso chutar, de la inercia tropezó y se metió el, el portero y el defensa que le intentaba frenar en la portería, mientras el balón salía por un lateral...Sus buenas risas nos echamos oigan...

Buenas tardes.

Emilio dijo...

¡Potele selección (la que él quiera)!

Libros Mondo dijo...

Buenos días, Maestro. Yo discrepo un poco, más allá de lo ajustado del marcador, no vi que el equipo pasara el más mínimo apuro. De hecho, en la segunda parte no recuerdo un sólo disparo de Osasuna entre los tres palos. Muchas brega y tal y cierta incertidumbre en el electrónico por el 2 a 1. Pero ya.
A día de hoy, el de Lagarto tiene más importancia en el equipo y es más determinante que el multimillonario colombiano afeminado que ahora está a las órdenes de Ranieri.
Dicho lo cual, Forza Atleti!

Dr. Caligari dijo...

Querer ver también el techo de Diego Costa me parece arriesgado, tras lo que dejó ver el martes.

(Escándalo en Elche sin que Don Ismael haga nada, oigan)

Libros Mondo dijo...

Es que todavía no se ha levantao...

Jose Ramón dijo...

Nunca pensé que Diego Costa iba a llegar al nivel en el que está.

Libros Mondo dijo...

http://s2.subirimagenes.com/otros/previo/thump_8637371ujfa.jpg

Jose Ramón dijo...

"Ustedes quieren que hable del rival, y yo estoy aquí para hablar de nosotros"
No para de dar lecciones el Cholo.

Libros Mondo dijo...

Toma!

Gonzalo dijo...

Contra quién jugábamos hoy?

Libros Mondo dijo...

Siete de siete. Buenos días.
https://pbs.twimg.com/media/BVSXe25IgAARiz-.jpg

Libros Mondo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=x_Yj7Ato_UA

Carlos Fuentes dijo...

y el último partido de liga, Barça - Atleti en Barcelona